
Un dato curioso del Madrid actual, es que ha tomado la costumbre de cambiar entrenadores de una manera pasmosa, no solo a lo largo de diferentes temporadas, sino a lo largo de la misma.
Desde 1990, un total de 25 distintos entrenadores han pisado el banquillo merengue (algunos como Del Bosque, Capello o Toshack han repetido), de los cuales 14 fueron nombrados con el campeonato en juego, si bien algunos, como García Remón, López Caro o el mismo Del Bosque, formaban parte del organigrama técnico de una u otra manera.
Esto contrasta con el Madrid histórico, ya que desde que Miguel Muñoz dejase el puesto en 1974 tras 18 temporadas en el cargo (interrumpido a lo largo de 1959 por Carniglia y Solich), tan solo había habido 10 técnicos, de los cuales 4 habían sido de Luis Molowny, que comúnmente se hacía cargo del equipo si este no estaba bien en el campeonato doméstico, consiguiendo siempre levantar al menos un título en cada temporada.
Lo que tenemos que preguntarnos es, ¿el equipo realmente mejoró con los sucesivos cambios de entrenador? Eso es lo que veremos ahora.
La primera sustitución fue la de Toshack por Di Estefano; y posteriormente este por Antic en 1990; tenemos que ver que Toshack fue destituido en la jornada 11 de Liga, habiendo logrado 13 de los 22 puntos posibles; Di Estefano logró 15 de los 30 puntos posibles; y Antic logró 20 de los 24 puntos posibles.

Esto supone respectivamente el 59 %, el 50 % y el 83 % de los puntos posibles. Indudablemente el equipo mejoró más desde el momento que Antic se hizo cargo de la situación, pero la primera sustitución por Di Estefano fue enormemente negativa, ya que no solo se bajó un 9% de los puntos, sino que además se cayeron en octavos de Copa y en cuartos de Champions (mientras que con Toshack se superaron los dieciseisavos y octavos), pese a la victoria en la Supercopa de España.
Para llegar a la segunda sustitución tan solo tenemos que llegar a la temporada siguiente, en la que Antic fue sustituido en favor de Beenhakker; el primero fue destituido en la jornada 19, habiendo logrado 31 de los 38 puntos posibles, mientras que el segundo duró hasta el final de temporada, logrando 16 de los 38 puntos posibles.
Esto supone el 82 % y el 50 % de los puntos posibles respetivamente. De nuevo la situación es claramente favorable a que la sustitución fue errónea, ya que de haber mantenido tal ritmo, el equipo habría rondado los 62 puntos y la Liga se hubiera ganado con una facilidad sublime, no habiendo siquiera llegado a esa última jornada de manera comprometida.
En las otras competiciones tampoco se salva Beenhakker, ya que Antic llevó al equipo a superar los octavos de Copa del Rey y los dieciseisavos y octavos de la UEFA; mientras que Beenhakker cayó con el equipo en semifinales de UEFA tras superar los cuartos, y perdió la final de Copa, eso sí, tras superar los cuartos y semifinales.

Ahora tenemos que avanzar dos temporadas antes de volver a ver una situación similar; en este caso es en 1993-1994, donde Benito Floro fue destituido en la jornada 27 tras conseguir 34 de los 54 puntos posibles; le sustituyó Del Bosque, que se mantuvo hasta final de año y consiguió 11 de los 22 puntos posibles.
Esto supone el 63 % y el 50 % de los puntos posibles; de nuevo vemos cómo la sustitución fue negativa, ya que el Madrid pasó de estar metido en el campeonato a 5 puntos del líder, a caer 4º a 11 puntos de la cabeza. En el resto de competiciones tampoco hubo mucho que hacer; con Benito Floro se superaron los octavos de Copa del Rey antes de caer en cuartos, y se superaron los dieciseisavos y octavos de Recopa, antes de caer en los cuartos (dirigiendo Floro la ida y Del Bosque la vuelta). Además, Benito Floro ganó ese año la Supercopa, mientras que Del Bosque alzo la Copa Iberoamericana.

Una vez más tendremos que saltar dos años para ver una sustitución en medio de una temporada; a 1995-1996, donde se sustituyó a Valdano por Arsenio Iglesias, tras un paso de una jornada por Del Bosque, cuya victoria sumaremos a las cifras de Valdano, ya que no se produjeron variantes palpables en su efímero paso. Valdano fue destituido en la jornada 22, tras conseguir 33 de los 66 puntos posibles (fueron 36 de 69 contando a Del Bosque); mientras que Arsenio consiguió 34 de los 57 puntos posibles.
Esto significa que el tándem Valdano-Del Bosque obtuvo el 52% de los puntos a conseguir, mientras que Arsenio obtuvo el 60% de la puntuación. En este caso SÍ hubo una mejora, aunque no suficiente como para meter al equipo en UEFA. Con Valdano además se perdió la Supercopa y se cayó en octavos de Copa, pero se superó, como segundo, la liguilla de Champions. Con Arsenio por su parte, se cayó en los octavos de final de esta, dando casi por concluida entonces la temporada.
Afortunadamente para el equipo blanco, pasaron varias temporadas antes de que se repitiese la situación, concretamente hasta 1998-1999. La primera sustitución fue irrelevante, la de Camacho por Hiddink tras apenas unos días en el cargo y antes de que comenzase la temporada, la siguiente fue la del mismo Hiddink por Toshack. El primero consiguió 37 de los 69 puntos posibles, mientras que el segundo obtuvo 31 de los 45 posibles.
Esto significó un 53 % y un 69 % respectivamente; en este caso la diferencia es palpable ya que permitió al equipo clasificarse para la Champions, ya que de haber seguido con el primer porcentaje se hubieran conseguido solo 60 puntos, no suficientes ni para entrar en UEFA.
En otras competiciones se corrieron diferentes suertes; con Hiddink se perdió la Supercopa de Europa y se ganó la Intercontinental, mientras que se superó como segundo la fase de grupos de la Champions y se superaron los octavos y cuartos de la Copa del Rey. Con Toshack se cayó tanto en las semifinales de la Copa del Rey como en los cuartos de la Champions.

La misma temporada siguiente pasó exactamente lo mismo una vez más; se destituyó a Toshack en favor de Del Bosque en la jornada 11. El primero obtuvo 15 de los 33 puntos posibles, mientras que el segundo consiguió 47 de los 81 puntos posibles.
Esto significa que con el primero se consiguió el 45 % de los puntos, y con el segundo el 58 %; una diferencia importante, pero insuficiente para siquiera clasificarse para la Champions; donde realmente destacó Del Bosque fue en las otras competiciones. En el Mundialito consiguió el 4º puesto, mientras que en Copa del Rey superó los octavos y cuartos antes de caer en semifinales.
Su verdadero éxito fue en la Champions; Toshack dejó al equipo como primero de grupo en la primera liguilla; Del Bosque consiguió seguir como segundo en la segunda liguilla, y finalmente supero los cuartos y semifinales hasta llegar a la final de Paris, donde conquistó la Octava.

Tendrán que pasar 4 años antes de que se vuelva a producir un relevo en el banquillo; estamos en 2004-2005, tras 3 temporadas completas de Del Bosque y una de Queiroz, y Camacho dimite a las 3 jornadas. García Remón se hace cargo del equipo hasta la jornada 17, donde es sustituido por Vanderlei Luxemburgo. Dado que García Remón era parte del cuerpo técnico de Camacho y gran parte de sus ayudantes se quedaron, fusionaremos ambos en una única estadística.
Camacho y García Remón dirigieron al equipo en 17 jornadas, consiguiendo 32 de los 51 puntos posibles, es decir un 63%, mientras que Luxemburgo, que dirigió al equipo en las 21 jornadas restantes, obteniendo 48 de los 63 puntos posibles, es decir un 76 %, y llegando a estar realmente cerca de alcanzar al Barcelona en la carrera liguera.
En Copa y Champions los balances no fueron positivos para ninguno, los primeros consiguieron pasar los treintaidosavos y dieciseisavos de Copa del Rey con dificultades y superaron la fase de grupos de Champions como segundos; el segundo cayó por su parte en octavos en ambas competiciones.

Tan solo un año después se repetiría la misma situación, con Luxemburgo siendo destituido en la jornada 14, habiendo conseguido 25 de los 42 puntos posibles, tan solo un 60 %, mientras que su reemplazo, López Caro, duro hasta el final de temporada consiguiendo 45 de los 72 posibles, es decir un 63 %.
Esta mejoría fue bastante escasa, podemos ver cómo tan solo un 3 %, y no se pegó en exceso a las otras competiciones, ya que aunque con López Caro se superaron los octavos y cuartos de la Copa del Rey, se cayó en semifinales de estas, y en octavos de la Champions. El recorrido en Europa del brasileño tampoco fue muy superior al de su sucesor, ya que aunque dejó al equipo clasificado en la fase de grupos, lo hizo como segundo de grupo.
El equipo tardó otros 3 años en volver a encontrarse en esa situación, y ha sido la última hasta ahora, siendo en 2008-2009, en pleno apogeo blaugrana, cuando se sustituyó a Schuster en la jornada 14, tras conseguir 26 de los 42 puntos posibles (un 62 %), consiguiendo su sustituto Juande Ramos 52 puntos de los 72 posibles (un 72 %).
Sin embargo tenemos que tener en cuenta que hasta el fatídico 2-6 a 5 jornadas del final, que dejaba al equipo merengue sin opciones, se habían conseguido 52 de los 57 puntos (un 91 %). En otras competiciones ambos entrenadores estuvieron mal, cayendo en dieciseisavos de Copa Schuster y dejando al equipo clasificado en la fase de grupos de Champions como segundo, y cayendo Juande en octavos de esta por un humillante parcial de 5-0.

Como podemos ver, tan solo en 5 ocasiones se consiguió una verdadera mejora palpable de los resultados, con las llegadas a mitad de temporada de Antic, Toshack, Del Bosque, Luxemburgo y Juande Ramos, pero tan solo con el primero y con el tercero se consiguió el objetivo fijado, ya que en los otros 3 casos, pese a que "teóricamente" venían para clasificar al equipo en Champions, el objetivo real era el de ganar el campeonato liguero, cosa que ninguno consiguió.
A decir verdad, ni siquiera Antic y Del Bosque consiguieron eso, ya que ninguno consiguió la Liga, pero en el caso del primero, clasifico para la UEFA in extremis cuando parecía imposible, y en el caso del segundo, consiguió levantar la Champions.
En el resto de casos, no se consiguió el objetivo propuesto: Di Estefano provocó que se perdieran las escasas opciones a títulos que se tenían, Beenhakker guió al equipo a la pérdida de los 3 títulos, Del Bosque ganó un “título” menor, pero no fue capaz de hacer al equipo pelear la Liga ni remontar la Recopa, Arsenio no pudo ni clasificar al equipo en Europa, y López Caro consiguió una mejoría mínima que no conllevó más que un pírrico segundo puesto.
Por el contrario, el mantenimiento de un entrenador toda la temporada, pese a que pudiera comenzar mal el año, ha tenido casi siempre resultados fijos al final de año: Benito Floro y Mourinho ganaron una Copa; el mismo portugués, Valdano, Capello por duplicado, Del Bosque por duplicado y Schuster levantaron Ligas y el salamantino y Heynckes levantaron una Copa de Europa.
Tan solo Pellegrini, Queiroz y Mourinho en su último año quedaron en blanco pese a disfrutar de una temporada completa, teniendo que matizar que el primero hizo una soberbia Liga que hubiera significado título seguro en cualquier otra época futbolística, mientras que los dos segundos, perdieron sendas finales de Copa frente a Zaragoza y Atlético que pudieron al menos "salvar" el año, con la curiosidad de que en ambas ocasiones, el conjunto merengue falló lo infallable y que de cualquier manera, al menos ambos portugueses consiguieron una "consolación" en forma de la Supercopa de España.

En mi opinión, la apuesta por dar continuidad a los entrenadores es clara: En estas 23 temporadas, en 14 se dejó al entrenador el año entero, con el premio de 7 Ligas, 2 Champions y 2 Copas (más 4 Supercopas de España, 1 Supercopa de Europa y 1 Intercontinental); mientras que en las 9 en las que se cambió de míster, solo se cosechó una única Champions (más 3 Supercopas de España, una Intercontinental y una Copa Iberoamericana).
En otras palabras, 11 títulos grandes en 14 años frente a 1 en 9.
De esta manera pido por favor a Florentino, que deje el mayor tiempo posible a Ancelotti en su puesto, ya que quizá en un solo año no sea capaz de conquistar el mundo, pero en 3, los éxitos, en mayor o menor medida, están garantizados.