
El pasado mes de octubre Florentino Pérez reconocía la posibilidad de que el Bernabéu fuese bautizado con el nombre de un patrocinador. La semana pasada la presidenta de la filial de Microsoft en España María Garaña, cuestionada al respecto en Antena 3, afirmaba que fue el Real Madrid quien propuso esa posibilidad. Pero no solo a ellos, sino también a otras empresas. Raúl del Pozo y Susana Griso incomodan a María en el minuto 9:
La noticia de un posible Microsoft Bernabéu corrió como la pólvora en la prensa deportiva y generalista, lo que molestó poco en el club a tenor de su desmentido filtrado en las páginas de 20 minutos aprovechando el anuncio de "Estadio digital", un proyecto para modernizar la red tecnológica del estadio que realiza la misma empresa.
El plan urdido por el Gabinete de Comunicación del Real Madrid para palpar la opinión pública acerca del bautismo de Chamartín en mitad de la refriega matutina Griso - Ana Rosa es muy original. ¿Porque lo había verdad? Cuesta imaginar a profesionales de la comunicación corporativa permitiendo un anuncio de esta relevancia por error en mitad de una tertulia de señoras. Lo de la versión adaptada de Windows para Pardeza no se lo traga nadie.
Bautizar el estadio con el nombre de un patrocinador se ha convertido en un lucrativo negocio del que ya sacan tajada otros clubes en Europa, aunque no resulta sencillo comparar estos acuerdos comerciales, pues hay equipos que además del patrocinio del estadio incluyen las camisetas o los campos de entrenamiento, como son los casos del Arsenal y del Manchester City.



Desde el club reconocen que es "un tema delicado" que puede no gustar a la afición y que sólo se pondría en marcha en 2016 tras la remodelación del estadio. El Real Madrid acierta al querer aumentar sus ingresos para tapar la deuda de la que nunca se habla en el club más rico del mundo. Pero se equivoca en la elección del sponsor; por la tiranía de su presidente, por estética y por ofrecer aparatos caros a precios desorbitados, marida mejor con Apple.