
Nacido en el seno de una familia Pompey ha desarrollado toda su formación en el Southampton, el eterno rival en el Southcoast Derby, donde entró con sólo 8 años. Su progresión juvenil fue descollante, completando pleno de partidos en el equipo sub-18 en la temporada 2010-11 lo que le valió que al final de esa temporada, con apenas 16 años, ya pasase al equipo sub-21 y debutase con el primer equipo en un partido de Copa de la Liga.
Por este tiempo es cuando empieza a acudir al combinado inglés sub-17 con el que completó 7 convocatorias. Su rápida progresión ha hecho que sólo haya sumado 4 convocatorias en la sub-19 y otras tantas en la sub-20, debutando con la sub-21 en agosto de 2013, cuando aún no había cumplido los 18 años. Desde entonces suma 13 convocatorias a más de un año vista de su vigésimo primer cumpleaños.
En la temporada 2011-12 empezó a entrar con asiduidad en las alineaciones del Southampton, por entonces aún en segunda y fue uno de los 4 juveniles a los que le realizaron contrato profesional en mayo 2012 cuando los Saints ascendieron a la Premier League.
Veamos algunos de sus principales promedios ofensivos por partido de James Ward-Prowse en estos dos años y pico en Premier League:
2012-13 |
2013-14 |
2014-15 |
|
PARTIDOS |
6.75 |
20.50 |
3.25 |
ASISTENCIAS |
0 |
0.10 |
0.61 |
PASES DE DISPARO |
1.48 |
1.90 |
2.77 |
DISPAROS |
1.19 |
1.00 |
2.15 |
D+PD / DESPOSESIONES Y PÉRDIDAS |
2.00 |
2.19 |
2.29 |
Se observa una progresión constante en la participación, completando el 18% de partidos el primer año, el 54 el segundo y el 81% en el actual, por lo que se puede considerar que ya es titular indiscutible. Más allá del anecdótico dato de las asistencias que puede variar conforme pasen partidos, nos interesa más la evolución de su aportación en ataque en este tiempo: El incremento de su protagonismo es muy evidente, desde cifras relativamente modestas a casi 5 en la suma de disparos y pases de disparo, o lo que es lo mismo, a punto de cruzar el umbral de la elite.
Más valor si cabe tienen estos datos si se ponen en relación son las desposesiones y pérdidas. Lo habitual es que el mayor protagonismo eleve éstas, y que la relación respecto a disparos y pases de disparo se mantenga o empeore, aunque sea imprescindible que en términos absolutos aquellas no superen a estos, pero no es así en el caso de James que parece que está sumando mejor calidad a su mayor cantidad.
Veamos ahora sus promedios en el juego de pases:
2012-13 |
2013-14 |
2014-15 |
|
PASES BUENOS |
39.4 |
43.8 |
33.2 |
% PASES BUENOS |
85.3 |
87.3 |
87.8 |
% PASES LARGOS BUENOS |
52.2 |
71.8 |
71.4 |
CENTROS BUENOS |
0.74 |
2.68 |
0.92 |
% CENTROS BUENOS |
31.3 |
34.6 |
16.7 |
De aquí nos quedamos con algunas conclusiones rápidas. En primer lugar su mejora en el acierto en el pase, especialmente en largo. En segundo que la temporada pasada demostró que desde la banda podía ser un recurso constante de peligro: Tanto el promedio de centros como el porcentaje de acierto le sitúan en el primerísimo nivel. Y en último lugar que su disminución en el promedio de pases sumado al aumento de aportación ofensiva que vimos antes implican un cierto cambio de rol. Subraya este cambio la cifra de acciones defensivas totales que se mantuvieron en 6-6.50 las dos pasadas temporadas (una cifra relativamente alta para un centrocampista de banda) pero que ha bajado a 4.6 en la presente.
Solo resta que como ya ha demostrado en las categorías inferiores de la selección inglesa, exhiba en el Southampton su destreza en el lanzamiento de faltas y por el cual se ha ganado el apodo de “el nuevo Beckham”:
James Ward-Prowse ensayando disparos de falta